Violento choque de prueba: Mercedes-Benz ensaya sus autos eléctricos   – EXTRA

En el centro de pruebas de choque de Mercedes en Stuttgart, el EQS SUV y el EQA, ambos autos eléctricos, se enfrentan en los extremos opuestos de un largo pasillo, aproximadamente a 140 metros de distancia, listos para enfrentarse a su destino: asegurar la supervivencia de los pasajeros.

Este evento supone la primera prueba de choque público entre dos autos eléctricos, y para tomar las precauciones adecuadas, la compañía de Mercedes-Benz dispuso una carretilla a motor elevadora gigante que está preparada por si alguno de los automóviles se incendiaba, la cual recogerá las partes incendiadas, para sacarlas y depositarlas en un contenedor de agua.

Bajo la supervisión de los expertos automotriz, se dio la señal de salida y luego los coches iniciaron su movimiento. Bajo las luces de las cámaras, se produjo un tremendo estallido que hizo girar los coches a ambos hacia los lados.

Reacciones tras el choque

Los asistentes aseguraron que inmediatamente después del fuerte encuentro, comenzó a emanar un fuerte olor eléctrico y por lo que los bomberos se acercaron a los vehículos para medir la generación de calor.

Los pedazos destrozados de ambos coches terminaron esparcidos por el suelo. Una vez que la zona se aseguró contra todo peligro, otros trabajadores absorbieron con tapetes especiales el refrigerante rosa de la batería que se escapa de los dos modelos. 

Unos milisegundos después del impacto, las luces de emergencia se encienden, las manijas de las puertas se abren y las puertas se desbloquean. Así mismo, el sistema automático de llamadas de emergencia procede a marcar un número diferente cada 2 minutos por si los equipos de emergencia no responden.

Después de asegurar la zona, recopilar los datos y analizarlos, los expertos aseguran que la velocidad de impacto (56 km/h) es mayor que la de cualquier prueba de choque exigida por el gobierno. Los automóviles quedaron prácticamente destruidos: además de la evidente deformación, los parabrisas quedaron destrozados por el borde trasero del capó y varias de las ruedas delanteras se rompieron.

Cabe mencionar que la prueba se llevó a cabo con el uso de maniquís con el fin de evaluar los impactos del choque en el cuerpo humano. Sin embargo, según los 150 aparatos de medición de cada maniquí, ninguno ha sufrido lesiones graves.

¿Qué se puede mejorar?

Proteger la integridad de los pasajeros ha sido durante mucho tiempo un objetivo de los ingenieros de seguridad. Con los vehículos eléctricos viene un segundo objetivo.

«Necesitamos otro espacio de supervivencia para las baterías de alto voltaje», afirma Marcel Brodbeck, ingeniero de seguridad pasiva de Mercedes. Las baterías están ubicadas debajo del piso entre los ejes, un área que tiene menos probabilidades de deformarse, y una sólida estructura de aluminio extruido en el umbral de la puerta protege el paquete de impactos laterales.

En caso de accidente, «el sistema de alto voltaje se apagará y se desconectará de la batería», explica Julia Hinners, otra ingeniera de seguridad pasiva. «También incorporamos un apagado manual«: un cable en el lado del conductor debajo del pilar A que sirve como opción de desactivación manual para el personal de respuesta de emergencias.

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