¿Qué es la inmunonutrición? El estudio que se llevó el Premio Nobel de Medicina 2023 – EXTRA

La bioquímica Katalin Karikó y el inmunólogo Drew Weissman han sido galardonados por el Instituto Karolinska con el premio Nobel de Medicina por sus descubrimientos fundamentales para desarrollar las vacunas de ARN mensajero contra el virus del COVID 19.

Katalin Karikó y Drew Weissman recibieron en Bilbao en 2022 uno de los premios BBVA Fronteras del conocimiento, lo que nos brindó la oportunidad de conocer a la bioquímica, todo un ejemplo de perseverancia, ya que su trabajo tardó muchos años en ser reconocido.

Tras el éxito de estas vacunas, que dieron un vuelco a la pandemia, grupos de investigación de todo el mundo estudian las aplicaciones de este tipo de plataformas para el tratamiento de otras enfermedades transmisibles, para el cáncer y enfermedades autoinmunes.

En cuanto a su trabajo científico, se publicó el libro Inmunonutrición, el cual es una completa guía para entender cómo la dieta y el estilo de vida contribuyen a mantener las defensas naturales del organismo y previene la aparición de enfermedades.

El camino al Nobel

Katalin Karikó ​ es una bioquímica húngara especializada en mecanismos mediadores de ARN. Su investigación ha sido el desarrollo de ARNm transcrito in vitro para terapias de proteínas.

Como toda una científica, entre pipetas y tubos de ensayo en su laboratorio de la Universidad de Pennsylvania, Karikó supo que estaba frente a un hallazgo científico que lo iba a cambiar todo. 

Ese hallazgo hoy le llegó el máximo reconocimiento mundial. El Premio Nobel de Medicina y Fisiología 2023 fue otorgado por sus investigaciones pioneras asociadas con las vacunas ARN mensajero contra el COVID-19, informó la Real Academia Sueca de Ciencias.

La bioquímica húngara, actual vicepresidenta del laboratorio alemán BioNTech, es una de las mentes brillantes del innovador desarrollo de la plataforma genética de ARN mensajero, la tecnología detrás de las vacunas conta el COVID-19 eficaces y seguras que fueron elaboradas en tiempo récord por Pfizer-BioNTech y Moderna.

Por otro lado, Drew Weissman es un inmunólogo estadounidense de la Universidad de Pensilvania. Su trabajo con Katalin Karikó, en particular sobre el ARNm modificado con nucleósidos, se considera fundamental para el desarrollo de las vacunas de ARN.

Weissman, destaca también por su trabajo actual en el posible desarrollo de “terapias génicas para la anemia falciforme, un trastorno con el que nacen 200.000 personas cada año. Esperamos poder tratarles con una sola inyección de ARNm que actuará sobre las células madres de la médula ósea, reparando su defecto genético y curando la enfermedad. Esto transformará el campo de la medicina.

“Este premio reconoce a los creadores de las dos tecnologías que, unidas, no solo han hecho posible las vacunas contra el Covid-19, sino que abren todo un abanico de posibilidades terapéuticas en áreas muy diversas para el futuro.

En última estancia, se debe reconocer que “las vacunas han sido el primer ejemplo del potencial de la unión de estas dos tecnologías, pero ya se está investigando y hay ensayos clínicos sobre su uso contra otras enfermedades”, explica Óscar Marín, director del Centro de Trastornos del Neurodesarrollo en King’s College London, en Reino Unido, quien además fue secretario del jurado.