La CAR impuso medidas preventivas tras descubrir sistemas de extracción no autorizada en zonas sensibles de los municipios cundinamarqueses. La actividad se realizaba para consumo pecuario.
Redacción El Qhubo/ Periodista Jesús Chacín
La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) impuso esta semana una medida preventiva de suspensión inmediata sobre dos predios rurales en los municipios de Sopó y Chía, luego de verificar captaciones ilegales de agua en ecosistemas estratégicos. Las actividades, según la autoridad ambiental, se realizaban sin permiso y estaban destinadas al consumo pecuario.
El primer hallazgo ocurrió en la vereda Centro Alto de Sopó, donde técnicos de la CAR Sabana Centro identificaron varias mangueras conectadas directamente a una quebrada innominada. Esta fuente hídrica de uso público estaba siendo intervenida sin autorización, lo que representa un riesgo para las comunidades que dependen del caudal aguas abajo.


De forma paralela, en la vereda Tiquiza de Chía, la entidad inspeccionó un sistema de bombeo instalado dentro del espejo de agua del humedal Chucua de Fagua. Aunque al momento de la visita el sistema no se encontraba en operación, contaba con todos los componentes técnicos necesarios para funcionar.
“Ninguno de los predios cuenta con permiso de concesión de aguas superficiales, ni tiene procesos en trámite ante la Corporación”, indicó Bryan Martínez González, director regional de la CAR en Sabana Centro. Con base en esa verificación, la entidad procedió a frenar de inmediato las captaciones.
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El director agregó que, de persistir en estas actividades, los responsables podrían enfrentar sanciones más severas dentro del marco del proceso sancionatorio ambiental. Estas acciones se enmarcan en la estrategia regional para mitigar el deterioro ambiental en zonas rurales de alta sensibilidad ecológica.
La intervención ocurre en un contexto donde el agua se mantiene como prioridad en la agenda ambiental. Tras superar el racionamiento en Bogotá, el nivel del sistema Chingaza que abastece a gran parte de la capital ha mostrado señales positivas.


Según el más reciente reporte del Acueducto de Bogotá, los embalses del sistema Chingaza alcanzaron el 70 % de su capacidad al cierre de junio, superando los promedios históricos de los últimos años para esta época. Este repunte ha sido posible gracias a las lluvias de mayo, que se posicionó como el segundo mes más lluvioso en la región en tres décadas.
Durante un recorrido por los embalses el pasado 12 de junio, la gerente del Acueducto, Natasha Avendaño, explicó que las afluencias en puntos clave como el embalse Chuza contribuyeron significativamente a la recuperación del sistema. “Estamos viendo una respuesta positiva del ecosistema, pero debemos mantener un monitoreo constante”, señaló.


En ese sentido, las acciones preventivas en predios rurales como las realizadas en Sopó y Chía adquieren relevancia, especialmente cuando las autoridades buscan proteger fuentes hídricas clave en un contexto climático todavía vulnerable. La CAR reiteró el llamado a respetar los permisos de captación y a denunciar cualquier actividad irregular ante las autoridades ambientales.
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